Perú se encontraba atrapado por la violencia. La selva central agonizaba. Sendero, el ejército peruano y los nativos asháninkas peleándose el territorio. Camino a las comunidades asháninkas del Río Ene, desde Satipo a San Ramón, pasando por Yurinaki, y Quivinaki. los controles del Ejército Peruano en la carretera realizaban sus operativos deteniendo a integrantes del grupo terrorista Sendero Luminoso. La primera incursión a la Zona Asháninka, reporteando para el programa PANORAMA en canal 5, PANTEL del Perú, nos encontramos con una realidad impactante. Los nativos asháninkas del Ene nos miraban en silencio, desnutridos y enfermos, con la tristeza acostumbrada y el alma opaca.
La ausencia absoluta del Estado en la atención de sus connacionales más olvidados, castigados en su propio territorio por el enemigo invasor. Entonces lo hicimos visible, en televisión y medios escritos. Organizamos campañas con médicos voluntarios, atravesando con canoas los ríos, llevando alimentos, semillas, medicinas solidarias de un Perú que comenzaba a conocer a los habitantes de su propia tierra, la selva central, las Comunidades Nativas Asháninkas de los Ríos Ene, Tambo, Apuímac. Mantaro y Perené. Conocida por el ejército y el Estado como zona VRAEM.